Conocer qué tipo de contrato tenemos con nuestra comercializadora, es el primer paso para entender la factura de la luz. Tener una tarifa indexada de luz o una fija, hará variar los precios de tu factura notablemente. Sin embargo, dependiendo de la situación de los mercados y la tensión internacional, nos beneficiará siempre una opción u otra.
Así ha pasado durante el último año y medio. Mientras hace unos años, los consumidores de las tarifas indexadas de luz eran los que menos pagaban por su electricidad, ahora parece, que con la situación inflacionista, es al contrario. Como veremos, ambos tipos de contrato tienen sus ventajas, aunque hoy, nos centraremos en los indexados al mercado mayorista o pool. ¡Vamos a ello!
Explicado de forma sencilla, las tarifas indexadas de luz son aquellas en las que el precio de la energía variará en función de lo que marque el mercado mayorista diariamente. En el caso de España, el operador que dictará los precios diarios será OMIE, quien a través de subastas diarias marginalistas definirá los precio para cada ahora.
Los consumidores que estén en una tarifa indexada de luz pagarán de forma variable el coste de su electricidad. Es decir, cada mes pagaremos una cantidad u otra, ya que el precio varía todos los días y no siempre hacemos el mismo consumo. Haciendo una comparación, se seguiría el mismo patrón en relación al gasto que tenemos cada mes con la gasolina, la cual, sube y baja diariamente.
A diferencia con las tarifas indexadas de luz, los que están comprometidos en un precio fijo, pagarán siempre lo mismo por la electricidad que consuman. Esto no quiere decir que todos los meses paguen lo mismo en su factura, sino que el precio del kWh será siempre el pactado entre la comercializadora y el consumidor.
Las tarifas fijas de luz tienen la ventaja de que puedes intuir cuánto pagarás en tu próxima factura. Si siempre mantenemos consumos parecidos, no variará mucho el precio, pues está cerrado. Eso sí, ten en cuenta que el resto de conceptos (peajes, cargos, alquiler de equipos, etc.) siguen pagándose de la misma manera que en una tarifa indexada de luz.
Dependiendo del momento, cuando hablamos de una tarifa indexada de luz, las ventajas superan a los inconvenientes. En un momento de relajación y de desescalada en los precios de los mercados mayoristas, son muchos los argumentos a favor. El problema viene cuando hay una volatilidad constante, pero veamos algunos aspectos a tener en cuenta:
En realidad, por una parte sí y por otra no. Nos explicamos. Los precios de las tarifas indexadas de luz y del PVPC están vinculadas a lo que el Operador del Mercado marca de forma diaria. Sin embargo, cuando hablamos del Precio Voluntario al Pequeño Consumidor (PVPC), estas solo pueden firmarse con comercializadoras de último recurso y aquellos con una potencia contratado inferior a 10kW.
Por otro lado, a las tarifas indexadas de luz pueden acogerse todos aquellos consumidores de tarifas 3.0TD en adelante. La particularidad es que, en este tipo de contratos, puede añadirse un margen comercial a lo que dicte el mercado diario, por lo que el precio final que pague el cliente no será tan puro como el del PVPC.
Muy sencillo, a través de este enlace podrás conocer todos los detalles del precio de a luz para las tarifas indexadas de luz. Como podrás ver, es la página web de OMIE, el Operador del Mercado Ibérico de la Electricidad. Si accedemos, podremos ver la siguiente información útil:
Sin duda alguna, 2021 fue un punto de inflexión en la estabilidad de la tarifa indexada de luz. Mientras meses y años antes era muy inusual ver precios por encima de los 50-60€/MWh, a partir de ese verano todo cambió. Los diferentes acontecimientos internacionales, unido a una falta de materias primas por un exceso de demanda tras la pandemia, ha provocado toda esta volatilidad.
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La cúspide de los precios indexados, la alcanzamos en marzo de 2022. Este mes fue, hasta día de hoy, el más caro en lo que a la energía se refiere. La razón todos la recordamos: La invasión y el comienzo de la guerra en Ucrania. Aquí vivimos jornadas inolvidables con picos de hasta 700€/MWh en el mercado diario.
No obstante, si hacemos una media de todos los precios desde enero del 2019, el resultado aún sigue siendo favorable para las tarifas indexadas de luz. Concretamente, el precio medio se situaría en torno a los 90€/MWh, algo menos que las mejores tarifas fijas que vemos en estos momentos.
Viendo la bajada de estos últimos meses de los precios indexados de luz, todo parecería indicar que sería un buen momento para firmar este tipo de contratos. Pero nos dejamos una pieza desapercibida hasta el momento: La excepción ibérica y el tope de gas, elementos donde los consumidores de este tipo de tarifas también han pagado el famoso mecanismo de compensación a las centrales de gas.
Este elemento ha sido un factor determinante para seguir firmando contratos fijos. Sin embargo, pocos auguraban una senda positiva en la que no se pagara tope de gas durante varias semanas seguidas. Ha sido en este momento donde los clientes de tarifas indexadas de luz han tenido los mejores precios con diferencia.
Por tanto, en estos momentos, todo depende de una volatilidad impredecible de los mercados energéticos. Nuestra recomendación es firmar siempre tarifas indexadas de luz en situaciones favorables. Eso sí, estos contratos deben ser sin permanencia como los de Plena Energía. De esta forma, nos cubriremos ante cualquier subida repentina y no notaremos tanto los constantes cambios del mercado.
Son varios los beneficios de disponer de una tarifa indexada de luz: Permanencia, datos actualizados y contrastados, o ahorro a largo plazo, entre otros. No hay que entrar en pánico cuando el mercado esté al alza, es normal y siempre suele suceder debido a la volatilidad del mercado. Sin embargo, una cosa debes tener en cuenta, es muy importante firmar contratos sin permanencia.
La tendencia de los precios de la energía parece que ha cambiado para siempre. Hasta dentro de muchos años, parece que ya no veremos la estabilidad de los precios indexados de luz. A partir de ahora, todo va a venir por rachas o periodos coyunturales que hagan bajar o subir los precios. Mientras tanto, solo nos queda estar atentos todos los días a los resultados del mercado.
