Ya sea en noticias, medios de comunicación o internet, cada vez oímos en más ocasiones el término de refugiados climáticos. Detrás de esta palabra, existen innumerables historias y vidas que deben dejar su lugar de origen por causas totalmente ajenas a su voluntad. Puede que nos hayamos acostumbrado a oír esta palabra y no le demos la importancia que se merece en la actualidad. Por eso, más que nunca, es importante descubrir y analizar todos estos relatos.
Puede parecer obvio, pero los refugiados climáticos están directamente relacionados con el fenómeno de cambio climático por el que está atravesando el planeta. Parece mentira, pero, actualmente, muchas personas huyen del agua y de la falta de ella, de fenómenos climatológicos extremos y de unos desastres naturales cada vez más frecuentes. Continúa leyendo y explora todas las claves de un concepto que no deben olvidar la mayoría de países desarrollados.
Como veremos más adelante, existen diferentes términos que definen la esencia del problema. Definir qué son los refugiados climáticos es importante; por eso, vamos a hacerlo de la forma más sencilla. En definitiva, estamos hablando de personas que se ven obligadas a emigrar a otro territorio a causa de alguna consecuencia climática.
Dependiendo del territorio, existen unas causas climatológicas u otras. No obstante, todas ellas tienen un denominador común: la condición de extremas. Sequías, inundaciones, corrimientos de tierra, deshielo, ciclones o huracanes son algunas de ellas. Aparentemente, son fenómenos naturales, así es. Sin embargo, la frecuencia con la que suceden son parte del cambio climático y son responsabilidad de décadas de emisiones de CO2 incontroladas.
Expertos en la materia llevan avisando de las consecuencias del cambio climático desde hace años. Si los países más contaminantes siguen con sus mismas acciones y hábitos, la ONU calcula que puede haber hasta 216 millones de desplazamientos en el año 2050. Los refugiados climáticos son el resultado más claro de todo. No obstante, hay una serie de razones por las que estas personas han incrementado su presencia:
A pesar de ser un concepto totalmente estandarizado, el uso del término de refugiados climáticos no es del todo correcto. Según ACNUR, la palabra refugiado puede llevar a pensar otro tipo de características que poco tienen que ver con el cambio climático. En resumen, se generaliza y se pone dentro del mismo grupo a personas que pueden tener condiciones de vida totalmente distintas.
En lugar de refugiados climáticos, la ONU insta a denominar a las personas que sufren este problema, migrantes ambientales. No obstante, organizaciones sin ánimo de lucro (creadores de este concepto) defienden que el término pierde peso y no consigue impactar de la misma manera. Sea como fuere, estamos hablando de una realidad que no podemos obviar y de la que hay que actuar cuánto antes.
Es complicado definir las zonas concretas de donde provienen los refugiados climáticos, pues las consecuencias del cambio climático afectan a la mayoría de territorios en mayor o menor medida. Sin embargo, en nuestro intento de esclarecer todo lo que rodea este concepto, vamos a clasificar los territorios del planeta que más se han visto afectados:
Es complicado hablar de soluciones para un problema en el que intervienen tantos factores. Los refugiados climáticos únicamente quedan a expensas de las decisiones y los pactos gubernamentales que se producen cada cierto tiempo. La pregunta es: ¿han servido o sirven de algo?
Los últimos años han sido claves para escribir la hoja de ruta sobre lo que pasará en los próximos años. El objetivo principal es reducir al máximo las emisiones en los países desarrollados para que los que se encuentran en zonas críticas del planeta no se vean forzados a largo plazo a abandonar su lugar de origen. Algunas de las medidas planteadas para solucionar el problema de los refugiados climáticos son las siguientes:
Muchas veces, oímos refugiados climáticos y no le damos la importancia que realmente se merece. Millones de personas en el mundo se ven obligadas cada año a abandonar su país por causas solamente climáticas. África, los países del sudeste asiático e islas del Pacífico son las zonas más afectadas en la actualidad, pero se espera que las consecuencias acaben afectando a todos los países del mundo.
Si no cambia nada, en 2050 se prevén más de 200 millones de desplazamientos. Para parar el flujo de refugiados climáticos se hacen imprescindibles políticas verdes por parte de los que más emisiones de CO2 generan. Así pues, la solución pasa por apostar por las energías renovables e investigar y desarrollar proyectos que impulsen la electrificación y el hidrógeno verde. ¿Seremos capaces?