La tensión entre el Gobierno y las grandes compañías eléctricas sigue igual de latente que semanas atrás. Lejos de cerrar sus diferencias, el ejecutivo ha cedido a las fuertes presiones con nuevos cambios en el sector energético que entrarán en vigor durante los próximos días. Mientras tanto, los récords en los precios de la energía siguen el mismo ritmo alcista.
A grandes rasgos, estos nuevos cambios en el sector energético afectarán principalmente a dos cuestiones: a los beneficios de las grandes compañías eléctricas y al famoso bono social. Como veremos, ambos campos ya se habían visto afectados por el último paquete de medidas del gobierno para abaratar el precio de la energía. Sin embargo, ahora, hay una vuelta de tuerca y se vuelve a modificar.
Si te perdiste nuestra última entrada sobre los cambios en el sector energético hace unas semanas atrás, no pasa nada. En esta pregunta, te refrescaremos la memoria y te haremos un breve resumen del paquete de medidas que se aprobó con el objetivo de reducir el precio de la energía en el mercado mayorista. ¡Vamos allá!
Así es, todos los beneficiarios del bono social también se verán afectados por estos nuevos cambios en el sector energético. No obstante, estas modificaciones son positivas, pues se mantienen las normas creadas en el anterior paquete de medidas con una novedad importante: se creará un cheque de un valor de 90 euros para paliar los efectos del invierno y la necesaria climatización.
Así pues, este bono amplía los efectos del llamado bono social térmico, un instrumento creado para aminorar los efectos del frío a los más vulnerables en época invernal. Además, también encontramos más cambios positivos en el bono social: las compensaciones subirán notablemente. Concretamente, se pasará del 25 al 60% en los casos generales y del 40 al 70% en los más delicados.
Por otro lado, el Gobierno ha dejado de lado los cambios en el sector energético para asignar de forma automática el bono social para aquellos que más lo necesiten. De esta forma, se seguirá con el mismo proceso para su petición, criticado en varias ocasiones por su complejidad y confusión.
Recordemos un dato de los anteriores cambios en el sector energético: el objetivo era recortar un total de 2.600 millones de euros a las grandes compañías eléctricas. Como era obvio, el oligopolio energético se echó encima del ejecutivo pidiendo responsabilidades y nuevos cambios. Y así ha ocurrido.
Estos nuevos cambios en el sector energético han dado la posibilidad a las “grandes” de reducir ese recorte. Para ello, primero, deben ofrecer precios bajos en sus contratos a precio fijo. Luego, demostrar que no han inflado sus cuentas con beneficios extra desde antes del 14 de septiembre, fecha en la que se dictaron las nuevas medidas.
Estas nuevas concesiones para las eléctricas no son, ni mucho menos. en vano. El gobierno pretende que exista más transparencia en los movimientos que realizan las comercializadoras cada día. Por eso, estos nuevos cambios en el sector energético exigirán la comunicación a la CNMC de cualquier cambio en los contratos y cuál será su efecto en las siguientes facturas.
Asimismo, tendrán que comunicar cualquier cambio con un mes de antelación. Si la compañía realiza estos pasos de manera correcta, se librará en gran parte del recorte previsto por el anterior Real Decreto Ley firmado el 14 de septiembre.
Como ya comentamos hace unos días, las subastas de energía y su sistema marginalista tienen sus consecuencias en el precio final de la electricidad. Si dependemos en gran parte de un tipo de energía muy cara en el mercado eléctrico, el precio diario estará equiparado con el coste de la materia prima encarecida.
Así pues, el actual Gobierno ha querido acabar con este sistema marginalista pretendiendo hacer nuevos cambios en el sector energético europeo. En resumen, la Unión Europea, quien tiene las competencias para organizar el sistema de precios, no ha visto con buenos ojos la propuesta de España en la reunión entre los 27 países miembros.
Se han comprometido a “estudiarla”, pero desde la UE no creen en bruscos cambios en el sector energético. La principal oposición la encuentra entre los países del norte, mientras que nuestros vecinos franceses, Grecia o Hungría, ven esta medida con buenos ojos. Sea como fuere, la Unión propone otras soluciones más realistas para combatir los altos precios que se están viviendo en todo el continente.
Una de ellas pasa por que las grandes comercializadoras realicen contratos a largo plazo. De esta forma, los consumidores finales no podrían notar los vaivenes constantes que sufre el mercado mayorista de la electricidad.
Los anteriores cambios en el sector energético que propuso el gobierno no sentaron bien a las grandes compañías eléctricas, quienes aseguraban que eran medidas erróneas y sin ningún tipo de sentido. Un mes más tarde, se vuelve a reformar el mercado con un claro gesto de conciliación al oligopolio.
Estos nuevos cambios en el sector energético pretenden mejorar las condiciones del bono social y reducir el recorte a las grandes compañías eléctricas firmado hace unas semanas. Sin embargo, ellas también tendrán que colaborar y tendrán que comunicar a la CNMC cualquier cambio que haya en sus contratos. Hasta ver los efectos de estas medidas, solo nos queda esperar mientras vemos como los precios diarios de la energía siguen por las nubes.
