Acabamos de dar la bienvenida a 2022 y se nos hace inevitable hacer un repaso de todo lo que ha sucedido durante el año 2021. Sin duda, el sector de la energía ha vivido un antes y un después tras este año. Cada día, hemos visto como periódicos, programas de televisión o medios digitales, han abierto sus portadas o cabeceras con continuos titulares de récords en el mercado eléctrico.
Vivimos momentos complicados. Mientras el precio de la electricidad está disparado, existe una inflación jamás vista. Las personas pierden poder adquisitivo y la solución parece no estar cerca. Pero, ¿Qué es lo que ha pasado durante todo este año? ¿Cómo ha influido el mercado eléctrico en todo este 2021? ¿Hay una solución cercana? Todo esto y muchas más claves, las encontrarás en la siguiente entrada.
Si tuviéramos que definirlo con una palabra, sería caos. El mercado eléctrico en 2021 fue un auténtico quebradero de cabeza, tanto para las pequeñas empresas que trabajan directamente con el mercado (comercializadoras) como para el consumidor final. La tendencia de los precios han alcanzado récords históricos cada día y eso se ha notado en la compra de la energía y en las tarifas.
En la imagen superior, puedes observar un gráfico de cómo ha ido evolucionando el precio de la energía durante los últimos tres años. Vemos claramente, cómo 2019 y 2020 siguen una estabilidad y no sobrepasan la barrera de los 50€ el MWh. El desajuste lo encontramos en los resultados del mercado eléctrico en 2021, donde vemos picos por encima de los 200€ MWh.
El mes de diciembre se ha cerrado con una media histórica de 239€, con récord diario el 23 de diciembre con una media de 383€ el MWh. Si lo comparamos con el resultado del mismo mes del año pasado, vemos cómo ha habido un incremento de 198€ de más. Es decir, alrededor de un 450% más elevado. Sin duda, cifras espectaculares.
Todo problema tiene su origen y la situación del mercado eléctrico en 2021 no es una excepción. Realmente, no podemos achacar la situación a un problema en concreto, sino que toda esta coyuntura es resultado de un conjunto de malas prácticas y el desconocimiento de ciertas situaciones. A continuación, te detallamos algunas de ellas:
Siempre nos han dicho que las energías renovables son mucho más baratas que las contaminantes o de origen fósil. Poco a poco, gracias al proceso de transición energética en el que nos encontramos, vamos cambiando nuestra dependencia hacia un sistema más renovable y verde. No obstante, hay que tener en cuenta el peso que han tenido las energías fósiles en el mercado eléctrico en 2021.
Concretamente, como vemos en la anterior imagen, las energías renovables constituyen casi el 50% de la demanda energética. Nunca ha habido cifras similares en el mix energético. Sin embargo, vemos como la presencia de los ciclos combinados y la nuclear aún han sido imprescindibles. ¿Pero la energía renovable no es más barata en el mercado eléctrico?
Así es, son mucho más baratas. El problema reside en el sistema marginalista de fijación de precios. Tiempo atrás ya explicamos en profundidad este concepto en el blog, pero vamos a aclararlo en pocas palabras.
En definitiva, es como si vamos a la carnicería y compramos alitas de pollo, pechugas, longanizas y dos chuletones de vaca. Cada uno tiene un precio diferente. Sin embargo, todo se nos cobra al precio de chuletón. Esto, evidentemente, provoca una subida de precio considerable.
Pues esto es lo que ha ocurrido en el mercado eléctrico en 2021. Mientras se ha generado mucha energía renovable, esta ha adoptado los altísimos precios del gas debido al sistema marginalista, cuyo precio lo fija la última tecnología en entrar al cupo para cubrir la demanda energética.
Los altos precios que ha registrado la energía en el mercado eléctrico en 2021, no ha hecho más que tensionar la situación política del país. Ejecutivo, oposición y las grandes compañías eléctricas han disputado una gran batalla donde el resultado ha sido durante todo el año pasarse la bola de unos a otros. Mientras, el consumidor final ha sido claramente el más perjudicado.
Estas son algunas de las consecuencias que ha provocado este desajuste histórico del mercado eléctrico en 2021:
Esta es la gran pregunta que se hace todo el mundo, ahora qué. Según las previsiones, lo más grave para el mercado eléctrico ya lo hemos pasado. No obstante, no hay razón para confiarse, pues cualquier acontecimiento internacional puede desestabilizarlo todo de nuevo. Así lo refleja OMIP en las siguientes imágenes:
Si vamos a la previsión anual global, observamos cómo alcanzamos un pico de 122€ a finales de diciembre. A partir de esa fecha, ha bajado considerablemente la previsión que hace el mercado eléctrico hasta llegar a estar por debajo de los 110€.
Por otro lado, tal y como vemos en las previsiones a medio plazo del mercado eléctrico, la tendencia a la baja va a ser progresiva. Mientras se espera una bajada de precios poco a poco durante este año 2022, se espera que la situación vuelva a parecerse a lo que había antes para 2023.
El sector de la energía siempre recordará el año 2021. Más para mal que para bien, este año ha supuesto un desorden absoluto respecto a lo que conocíamos hasta ahora. Ya sea por el alza del mercado del CO2, por la tensión diplomática entre países o por un mundo cada vez más adaptado al proceso pandémico, nada justifica que se haya tenido que pagar un precio tan alto para la energía en el mercado eléctrico en 2021.
Los altos precios que ha fijado OMIE han repercutido a nivel económico. También a nivel mundial. La gran mayoría de países desarrollados se ven inmersos en un proceso de inflación sin precedentes, cosa que está acentuando la falta de materias primas en todos los sectores. Lo más grave parece que ya haya pasado. Sin embargo, este 2022, el mercado eléctrico parece que aún no va a recuperar los precios de 2020.