June 29, 2022

Energía activa y reactiva: Qué son, diferencias, penalizaciones y más

Medir tus consumos energéticos es una tarea muy importante a la hora de conocer si estás pagando de más en la factura de la luz. Uno de los términos fijos en los que siempre pagamos el mismo importe es el de la potencia contratada. Sin embargo, una cosa que la gran mayoría no sabe, es que ésta puede ser desglosada en energía activa y reactiva.

Diferenciar estos dos conceptos puede evitarnos pagar penalizaciones que hagan incrementar el precio final del recibo mensual. Pero, ¿Qué diferencias hay entre la energía activa y reactiva? ¿Qué significan ambos conceptos? Plena Energía, en su labor didáctica, va a sacarte de dudas en la siguiente entrada. ¡Allá vamos!

¿Qué es la energía activa?

La energía activa y reactiva se relacionan, ya que ambas definen el tipo y la cantidad de energía que utilizamos en un determinado momento. Es decir, éstas también pueden medirse bajo el concepto de potencia activa o reactiva, ambas formas son correctas. Vayamos con la explicación al primer concepto.

La energía activa es la cantidad de kW útiles que utilizamos para cada periodo de facturación. Si realizamos un consumo eficiente de la luz, pagaremos poco. Por el contrario, si derrochamos y malgastamos energía, este será más elevado. El precio del kW dependerá del pactado con la comercializadora o del dictado por el mercado en el caso de PVPC.

En definitiva, toda la energía activa es aprovechable y será la que dará rendimiento a los electrodomésticos o aparatos eléctricos que tengamos en disposición. Gracias a ella, podrás calentar, enfriar o dar movimiento.

¿Qué es la energía reactiva?

Al contrario de la potencia activa, la energía reactiva no tiene ninguna utilidad, ni sirve para nada. Por lo general, este tipo de energía está vinculada con aquellos aparatos eléctricos que necesitan de una bobina o un motor para su funcionamiento.

El origen de la energía reactiva está en los campos magnéticos asociados a estas bobinas o motores. Es decir, cuando un ascensor se enciende, por ejemplo, su bobina crea una serie de necesidades eléctricas, independientes a su funcionamiento, que son cubiertas con la reactiva.

Esta se transporta a través de las líneas de alta tensión en corriente alterna, por lo que no toda la electricidad que consumimos es energía activa. Al contrario, la energía reactiva le quita parte de espacio en los sistemas de transporte, pues hay que cubrir la demanda aunque no tenga ninguna utilidad.

¿Qué diferencias hay entre la energía activa y reactiva?

Como hemos podido observar, diferenciar entre energía activa y reactiva puede ayudarnos a entender los términos desglosados de la factura de la luz. Sin embargo, para que lo tengas más claro, hemos elaborado una lista con las diferencias más notables entre ambos conceptos. ¡Atento!

  • Utilidad: Mientras la energía activa la utilizamos para activar cualquier aparato que necesite movimiento o calor, la reactiva no tiene ningún uso útil, pues es generada para satisfacer los campos magnéticos que generan las bobinas o motores.
  • Medición: La potencia activa se mide a través de Vatios (w). La energía reactiva se calcula mediante la fórmula Voltio*Amperio reactivo. Sin embargo, el resultado de los conceptos multiplicados tiene el mismo significado que si hablamos de Vatios. Por tanto, se mide de la misma forma.  
  • Transporte: La activa puede transportarse mediante corriente continua (CC) o alterna. No obstante, la energía reactiva sólo se traslada a  través de circuitos en corriente alterna (CA).
  • Penalizaciones: Ambos tipos de energía conllevan penalizaciones en el caso de sobrepasar el límite establecido. Pero hay una diferencia, la energía reactiva (inductiva) no acarrea penalizaciones en el periodo más barato (P6) y solo es aplicable en contratos con potencias contratadas superiores a 15KW o de alta tensión.

Ejemplos de energía activa y reactiva

Para ilustrar mejor las diferencias entre energía activa y reactiva, vamos a poner una serie de ejemplos. El objetivo es mostrar al usuario no entendido en estos términos, ejemplos que faciliten la comprensión de expresiones poco habituales. Sabemos que pueden llevar a la confusión, por eso, os detallamos sus diferencias a continuación:

Ejemplo de energía activa y reactiva
Ejemplo de energía activa y reactiva

En el caso de la cerveza, la parte de la espuma definiría la energía reactiva. Como bien sabrán algunos, su presencia es inevitable. Sin embargo, no tiene ningún uso, pues lo que se bebe es el líquido. De esta forma, la energía activa, entonces, correspondería al interior de la jarra de cerveza. Es en esta parte, donde encontramos la parte más aprovechable y la que variará en función de su cantidad deseada.

¿Qué diferencias hay entre la energía reactiva inductiva y capacitiva?

Cuando hablamos de energía reactiva, es importante distinguir entre dos tipos: inductiva y capacitiva. Ambos no están exentos de penalizaciones, por lo que ninguno es beneficioso para nuestra factura eléctrica. A continuación, te explicamos con detalle sus diferencias más reseñables:

  • Energía reactiva capacitiva: Sucede cuando nos sobra más reactiva de la necesaria. Esto puede producirse al tener una instalación sobredimensionada. No es habitual su aparición, pues lo lógico es que los condensadores de la reactiva estén bien calculados para evitar este sobrante.
  • Energía reactiva inductiva: En este caso, nuestra instalación tiene un déficit de energía reactiva producida por la activación de motores, bobinas o aparatos eléctricos que requieran energía reactiva. Su aparición es debido a la falta de baterías de condensadores que anulen la reactiva generada.

¿Existen penalizaciones en los excesos de energía activa o reactiva?

La respuesta es afirmativa en ambos casos. Las penalizaciones de energía activa y reactiva son un verdadero quebradero de cabeza para algunas empresas o particulares, cuyas facturas se incrementan por excesos no intencionados. Veamos cómo se calculan estas sanciones en la factura de la luz, tras el último cambio normativo del 1 de julio de 2021:

  • Energía activa: Cuando el cliente supera en algún maxímetro del contador el 105% de la potencia contratada, este pagará la siguiente sanción: Término de exceso de potencia  x 2 x (Potencia demandada – 1.05 x Potencia contratada)
  • Energía reactiva capacitiva: En el caso de la reactiva capacitiva, sólo afecta a las instalaciones de media tensión en adelante (3.1TD, 6.1TD, etc.). El precio de la penalización será de 0.05 en el periodo más barato. Es decir, en P6 (fines de semana, festivos y horas nocturnas).
  • Energía reactiva inductiva: Ya hemos hablado de ella anteriormente. Si el total de energía reactiva inductiva es superior al 33% de la energía activa, recibiremos una penalización de 0.04155€ por cada kWrh de más. También afecta a los contratos de media tensión en adelante.

Conclusiones

Entender la diferencia entre energía activa y reactiva es importante para aquellos consumidores con grandes consumos. En pocas palabras, la activa corresponde con el número de kilovatios (kW) que han utilizado nuestros aparatos eléctricos para calentar, mover, enfriar, etc. Por otro lado, aquella energía que no es útil, pero sí necesaria, se le llama energía reactiva.

A su vez, la energía reactiva se divide en capacitiva e inductiva. Cuando compensamos más energía reactiva de la necesaria, le llamamos capacitiva. En el caso contrario, es decir, cuando hace falta una cantidad grande de reactiva, se le denomina inductiva. Ambos términos de potencia conllevan penalizaciones en sus excesos, por lo que es importante ajustarlos de la forma más concreta posible.